
Vino blanco
La Denominación de Origen Ribeiro se localiza en Galicia, concretamente en el extremo noroccidental de la provincia de Orense y en la confluencia de los valles conformados por los ríos Miño, Arnoia y Avia. Su extensión es de unas 2.500 hectáreas de viñedo, caracterizadas por su gran parcelación. Estos viñedos comprenden diversos municipios, como los de Ribadavia, Carballeda, Castrelo de Miño y Beade, entre otros. Se trata de un entorno natural conformado por bancales, laderas y terrazas, excelente para la configuración de un patrimonio vitivinícola de alta calidad.
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Hay 90 tiendas online que venden ribeiro. Teniendo en el catálogo de vinos.wine 122 marcas diferentes que se incrementan hasta 715 si incluimos sus respectivas añadas. La treixadura es la variedad de uva más empleada en la elaboración del ribeiro, utilizándose hasta otros dieciséis tipos de uva diferentes. El precio mínimo de los ribeiro en vinos.wine parte de los 3.00 euros, llegando hasta los 129.00 euros por litro.
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La historia del vino Ribeiro se remonta a los primeros siglos del Imperio Romano, al implantarse en toda la región el cultivo de la vid de forma intensiva. Más adelante, en la Edad Media fueron los monasterios los que impulsaron la elaboración de este tipo de vino, iniciándose a partir del siglo XII un espectacular florecimiento en su comercio, sobre todo con Inglaterra, lo que originó la necesidad de establecer normas para proteger el producto y combatir el comercio fraudulento. Así, ya en el año 1579 las Ordenanzas Municipales de Ribadavia establecían qué parroquias podían elaborar y vender vino de Ribeiro.
Entrando ya en la época moderna, la Denominación de Origen Ribeiro queda protegida como en el año 1932, con la publicación del Estatuto del Vino. Más adelante, en diciembre de 1956 se constituye el Consejo Regulador, siendo su primer Reglamento aprobado en 1957, modificado varias veces con posterioridad hasta el actual de 31 de julio de 2009.
Tradicionalmente, los vinos con Denominación de Origen Ribeiro están elaborados a partir de una miscelánea de variedades de uva autóctonas, cada una de las cuales aporta sus peculiares características para dar como resultado vinos ciertamente genuinos.
Tanto en las variedades de uvas blancas como en las tintas, hay que distinguir entre las preferentes y las autorizadas. Las variedades blancas preferentes son Treixadura, Godello, Torrontés, Albariño, Lado, Loureira y Caíño blanco, estando autorizadas las variedades Palomino y Albillo. Por su parte, las variedades tintas preferentes son Caíño longo, Caíño tinto, Caíño bravo, Sousón, Ferrón, Brancellao y Mencía, con autorización para la Garnacha Tintorera y Tempranillo.
Los vinos de Denominación de Origen Ribeiro son muy diversos, dadas las numerosas variedades de uva que admiten en su elaboración. Pueden ser blancos, tintos, tostados y espumosos. El 90% de toda la producción se concentra, no obstante, en los vinos blancos, que son los más representativos de esta Denominación de Origen; los vinos tintos apenas si alcanzan el 9% de la producción, en tanto que los tostados y espumosos solo representan el 1%.
Los vinos blancos acostumbran a ser vinos jóvenes, gastronómicos y muy versátiles, con un elevado potencial de envejecimiento en botella. Son vinos creados a partir de uvas autóctonas, especialmente la variedad Treixadura, junto al excelente hacer de los viticultores y bodegueros. Se trata de vinos que destacan por su frescura, armonía y elegancia, muy finos y equilibrados en boca, de gran persistencia y con aromas frutales de gran sutileza, con toques florales, balsámicos y de hierbas aromáticas. Dentro de estos vinos, los más apreciados son los de categoría “Castes”, elaborados al cien por cien con variedades preferentes de uva; son los de más calidad y se identifican como tales en su etiquetado.
Los tintos, por su parte, son vinos carnosos, expresivos y de gran personalidad. Se caracterizan por su buena carga tánica y un punto de acidez que potencia su equilibrio y frescor en boca. Son asimismo vinos muy aromáticos en los que predominan los aromas de frutas negras y rojas, con matices florales de violetas, especias y regaliz.
Los tostados son vinos dulces y de intenso sabor, con aromas de confitados y frutos secos. Se trata de vinos aterciopelados, untuosos y muy persistentes en el paladar, con un excelente equilibrio entre acidez y dulzor.
En cuanto a los espumosos, estos solo pueden ser elaborados con uvas preferentes, comercializándose los tipos Brut y Brut Nature, tanto rosados como blancos.