Vinos de Alicante

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La provincia de Alicante, España, es la que da el nombre a esta Denominación de Origen. Esta región, ubicada al sureste del país, es una zona vinícola que cuenta con una extensión de 14.256 km. En casi todos los municipios está presente esta DO, pero existen tres grandes zonas productoras: la Marina Alta, la Marina Baja y la comarca del Vinalopó.


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Precios de alicante

Hay 109 tiendas online que venden alicante. Teniendo en el catálogo de vinos.wine 167 marcas diferentes que se incrementan hasta 1007 si incluimos sus respectivas añadas. La monastrell es la variedad de uva más empleada en la elaboración del alicante, utilizándose hasta otros treinta y ocho tipos de uva diferentes. El precio mínimo de los alicante en vinos.wine parte de los 2.60 euros, llegando hasta los 615.25 euros por litro.

Historia

La historia del vino en Alicante data de los años a.C, ya que desde ese entonces se cultivaba la vid en la provincia, primero con los fenicios y luego con los romanos, quienes fueron grandes cultivadores de este fruto. El origen de lo que posteriormente se convertiría en Denominación de Origen viene de la época del renacimiento, cuando Fernando el Católico prohibió en 1510 la distribución en Alicante de vinos de otras tierras.

El auge de la producción de vino en la región continuó durante los siglos XVII y XVIII. Para el siglo XIX, la época de oro del vino alicantino, casi todos los pueblos de Alicante cultivaban la vid. En el siguiente siglo, el XX, cambió el modelo productivo y económico de la provincia para establecer un modelo turístico e industrial. Aun así, el vino continuó siendo protagonista en la región y en 1932 se creó la "Denominación de Origen Alicante" y en 1957 el primer Consejo Regulador.

Variedades

El Consejo Regulador permite el uso de distintas variedades de uva en la elaboración de los vinos protegidos con esta Denominación de Origen Alicante. Las blancas que se pueden utilizar son airén, moscatel de Alejandría, chardonnay, macabeo, merseguera, planta fina, sauvignon blanc y verdil. Las tintas son monastrell, garnacha tinta, garnacha tintorera, bobal, cabernet sauvignon, merlot, pinot noir, syrah y tempranillo.

No obstante, de las variedades anteriores hay algunas que se consideran como principales. De las blancas son moscatel de Alejandría, airén, macabeo y merseguera, y de las tintas monastrell, garnacha tinta, garnacha tintorera y tempranillo. La variedad monastrell supone el 75% de la producción de la Denominación de Origen.

Tipos de vino

Por las comarcas, el variado clima de la región y las diferentes de uva utilizadas, esta Denominación de Origen cuenta con un catálogo surtido de vinos. Los hay de varios tipos, lo que significa que existe un vino alicantino para cada tipo de consumidor. Esto sin duda representa una gran ventaja para la región porque hay mucho de donde escoger.

Los principales vinos blancos están hechos de moscatel, sobre todo de moscatel de Alejandría de la Marina Alta. Este tipo de vino se caracteriza por tener tonos bastante pálidos, limpios y aromas a flores blancas como el jazmín o azucena. En boca se sienten ligeros y con una buena acidez, por lo que son perfectos para un amplio maridaje. También destacan los vinos vinos de merseguera, chardonnay o sauvginon blanc, los cuales son frescos y muy frutales. Los vinos blancos deben tener una graduación alcohólica mínima de 10.

De entre los vinos tintos el más característico es el de monastrell, ya sea sola o acompañada por otras variedades. Pueden ser jóvenes o de crianza, son intensos y con toques tostados. Destacan por tener aromas a frutas como moras, ciruelas o cerezas y se sienten tan intensos en nariz como en boca. Su graduación alcohólica debe ser de 12.

También ofrece vinos rosados y los que provienen de monastrell suele ser intensos y tener ligeros toques aromáticos a fresas. Cuentan con una buena estructura y cuerpo. La graduación alcohólica de estos vinos es de 11.

Con esta Denominación de Origen se encuentran otros vinos como los vinos de licor, los vinos dulces, los vinos espumosos y el fondillón. Este último es uno de los más interesantes, ya que no es ni seco ni dulce. Tiene una gran intensidad aromática en la que destacan aromas a frutos secos, fruta madura y toques balsámicos. Además, cuenta con un característico color ámbar o caoba.